Mientras dormimos viene el malo y siembra cizaña… (Parte II)
“Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.”
Por poner un ejemplo, un hijo de Dios es “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.” (1 Pedro 2:9-10)... Entonces, ¿Somos hijos de Dios? ¿Estamos anunciando las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable? ¿Estamos durmiendo? ¿No se supone que debemos proclamar las grandezas de Dios “Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios.” (Deuteronomio 32:3)? ¿Cual es la razón para no compartir la Palabra del Señor con nuestros semejantes? ¿Compartiríamos la Palabra de Dios con aquel que nos ha hecho daño? ¿Amargura? ¿Molestia? ¿Rabia? ¿Se ha sembrado cizaña en nuestro corazón? ¿Fue cuando dormíamos?
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:15)... ¿Está en crisis nuestra Salvación?
Si somos hijos de Dios, la pereza entonces no es nuestra virtud! ¿No sabíamos que “Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.” (Proverbios 24:10)? “Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.” (Eclesiastés 10:18)
Por tanto “Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.” (Mateo 13:35-37)
¿Cómo andamos de discernimiento?
Muchas ovejas que deberían estar en los asuntos del reino inician una pequeña siesta y cuando despiertan están tan perdidas, lejos del rebaño y a manos de manada de lobos... ¿Somos esa clase de ovejas se duermen? o ¿Somos de las ovejas que son sobrias y velan porque están atentas a la voz del Maestro? “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:27-28)
Hey despierta! Mira que ahí viene el malo a querer sembrarte cizaña!
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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