¿Existen estatutos para los hijos de Dios?
Hebreos 11:14-16
“Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.”
"Porque les ha preparado una ciudad."...
Luego de aceptar al Señor como nuestro Salvador y empezar nuestro caminar como hijos de Dios (Juan 1:12), empieza un deleite por conocer más de Él… Queremos saber sus planes, cuales son sus pensamientos, que desea para con nosotros… infinidad de preguntas nos abordan “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmos 37:4). “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8) Sabemos que todas las respuestas a estas preguntas las encontramos en la Palabra de Dios!
A medida que vamos leyendo y aprendiendo nos topamos con los diez mandamientos que debemos guardar… “No tendrás dioses ajenos”… “No te harás imagen de absolutamente nada”… (Los encontramos en Éxodo 20)
Para ayudarnos a cumplir a cabalidad estos mandamientos es aquí donde aparecen los estatutos de Dios. Los estatutos de Dios, son normas, o reglas, o directrices que sirven como pautas divinas para que tengamos un comportamiento justo y aceptable por Dios. Estos pueden tener fechas, definir costumbres, comportamiento y entre otras cosas, el cómo debemos proceder en ciertos asuntos. Dado que son muchos (Es nuestra labor sumergirnos en la Palabra de Dios para encontrar muchos más!), iremos a la Palabra para nombrar unos cuantos para hoy:
1. Bautismo y Evangelismo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19-20)
2. La Santa Cena: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios 11:23-26)
3. Ofrendar y diezmar: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” (1 Corintios 16:2) “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.” (Maloqueas 3:10-12)
4. Orar: “Orad sin cesar.” (1 Tesalonicenses 5:17) “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:17-18)
5. Estudiar la Palabra: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8)
6. Servir al Señor: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11)
¿Será que existen estatutos para los hijos de Dios?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
“Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.”
"Porque les ha preparado una ciudad."...
Luego de aceptar al Señor como nuestro Salvador y empezar nuestro caminar como hijos de Dios (Juan 1:12), empieza un deleite por conocer más de Él… Queremos saber sus planes, cuales son sus pensamientos, que desea para con nosotros… infinidad de preguntas nos abordan “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmos 37:4). “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8) Sabemos que todas las respuestas a estas preguntas las encontramos en la Palabra de Dios!
A medida que vamos leyendo y aprendiendo nos topamos con los diez mandamientos que debemos guardar… “No tendrás dioses ajenos”… “No te harás imagen de absolutamente nada”… (Los encontramos en Éxodo 20)
Para ayudarnos a cumplir a cabalidad estos mandamientos es aquí donde aparecen los estatutos de Dios. Los estatutos de Dios, son normas, o reglas, o directrices que sirven como pautas divinas para que tengamos un comportamiento justo y aceptable por Dios. Estos pueden tener fechas, definir costumbres, comportamiento y entre otras cosas, el cómo debemos proceder en ciertos asuntos. Dado que son muchos (Es nuestra labor sumergirnos en la Palabra de Dios para encontrar muchos más!), iremos a la Palabra para nombrar unos cuantos para hoy:
1. Bautismo y Evangelismo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19-20)
2. La Santa Cena: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios 11:23-26)
3. Ofrendar y diezmar: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.” (1 Corintios 16:2) “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.” (Maloqueas 3:10-12)
4. Orar: “Orad sin cesar.” (1 Tesalonicenses 5:17) “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:17-18)
5. Estudiar la Palabra: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8)
6. Servir al Señor: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11)
¿Será que existen estatutos para los hijos de Dios?
Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!
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