Si veo malas prácticas en mi entorno ¿Yo también debería hacerlo? ¿Qué hizo el rey Asa? (Parte II)
2 Crónicas 15:1-2
“Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed, y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.”
“Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed, y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.”
Obviamente todo esto lo tenía desanimado pero he aquí su clave:
1. Oír y Hacer: Como rey él podía haber seguido lo que su entorno hacía para “caer bien”, pero “Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.” (2 Crónicas 15:8)
2. Decisión y Compromiso: A lo largo de la historia hemos sabido de reyes, presidentes, gobernadores, monarcas que piden a un pueblo hacer algo pero ellos no lo cumplen, sin embargo, “Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él. Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas. Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas. Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.” (2 Crónicas 15:9-15)
3. Autoridad: Cuando nos acercamos a Dios obviamente entendemos que el Gran Rey y Señor nos delega Autoridad y nuestro deber es ejercerla, esto muy bien lo entendió el rey Asa para con el caso particular de su madre “Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.” (2 Crónicas 15:16)
4. Oración, Convicción y Confianza en Dios: Pese a que “Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que traían escudos y entesaban arcos, todos hombres diestros.” (2 Crónicas 14:8), él tenía claro que su confianza en su capacidad de nada le serviría, más bien, su confianza en Dios en medio de la adversidad le daría un éxito rotundo “Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa. Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa. Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre. Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los persiguieron hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos aliento, porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande botín. Atacaron también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de Jehová cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran botín. Asimismo atacaron las cabañas de los que tenían ganado, y se llevaron muchas ovejas y camellos, y volvieron a Jerusalén.” (2 Crónicas 14:9-15)
Definitivamente cuando decidimos agradar a Dios en vez de los hombres, solo deseamos darle gloria a Dios y Dios premia esto “Y trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata, oro y utensilios. Y no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.” (2 Crónicas 15:18-19)
¿Qué hubiéramos hecho en la posición del rey Asa? ¿Qué hubiera hecho el rey Asa en nuestra posición?
Si nuestro entorno mal se comporta ¿Nosotros también deberíamos de hacerlo?
1. Oír y Hacer: Como rey él podía haber seguido lo que su entorno hacía para “caer bien”, pero “Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.” (2 Crónicas 15:8)
2. Decisión y Compromiso: A lo largo de la historia hemos sabido de reyes, presidentes, gobernadores, monarcas que piden a un pueblo hacer algo pero ellos no lo cumplen, sin embargo, “Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él. Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa. Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas. Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma; y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas. Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.” (2 Crónicas 15:9-15)
3. Autoridad: Cuando nos acercamos a Dios obviamente entendemos que el Gran Rey y Señor nos delega Autoridad y nuestro deber es ejercerla, esto muy bien lo entendió el rey Asa para con el caso particular de su madre “Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.” (2 Crónicas 15:16)
4. Oración, Convicción y Confianza en Dios: Pese a que “Tuvo también Asa ejército que traía escudos y lanzas: de Judá trescientos mil, y de Benjamín doscientos ochenta mil que traían escudos y entesaban arcos, todos hombres diestros.” (2 Crónicas 14:8), él tenía claro que su confianza en su capacidad de nada le serviría, más bien, su confianza en Dios en medio de la adversidad le daría un éxito rotundo “Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa. Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa. Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: !!Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre. Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los persiguieron hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos aliento, porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande botín. Atacaron también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de Jehová cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, porque había en ellas gran botín. Asimismo atacaron las cabañas de los que tenían ganado, y se llevaron muchas ovejas y camellos, y volvieron a Jerusalén.” (2 Crónicas 14:9-15)
Definitivamente cuando decidimos agradar a Dios en vez de los hombres, solo deseamos darle gloria a Dios y Dios premia esto “Y trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata, oro y utensilios. Y no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.” (2 Crónicas 15:18-19)
¿Qué hubiéramos hecho en la posición del rey Asa? ¿Qué hubiera hecho el rey Asa en nuestra posición?
Si nuestro entorno mal se comporta ¿Nosotros también deberíamos de hacerlo?
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