Me siento ignorado, Me siento solo, Nadie me quiere (Parte I)

Me siento ignorad@, Me siento sol@, Nadie me quiere (Parte I)

Isaías 40:27

'¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?'

No solo nosotros nos hemos sentido alguna vez así, también el pueblo de Israel se sintió desamparado, no pastoreado, se sintió olvidado y sintió que había sido desechado y que Dios ya no estaba más con ellos. Si leemos todo el capítulo 40 de Isaías podremos imaginarnos a una niña pequeña llorando desconsolada a las piernas de su padre y este le da consuelo, esperanza y ánimo.
Sin embargo, que nos puede llevar a estar en este estado?
Aburridos?, Angustiados?, no somos asertivos?, insatisfechos?, inseguros?, tristeza?, depresión?
Jesús muy bien explicaba de ellos al respecto
“El sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” (Marcos 4:14-19)

Entonces, ¿Qué debemos hacer para dejar de sentirnos así?
0. Enfoquémonos en el Reino de Dios: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33)... ¿Cómo hacemos esto?
1. Poniendo la mirada en Jesús: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” (Hebreos 12:1-2)... ¿Y que sigue?
2. Por favor, entreguemos nuestras cargas a Jesús: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30)... ¿De que manera?

Mañana seguimos con la segunda parte!

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares