¿Nos sentimos acorralados y no vemos la salida? ¿Qué podemos hacer? (Parte III)

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¿Nos sentimos acorralados y no vemos la salida? ¿Qué podemos hacer? (Parte III)


2 Crónicas 31:20-21
“De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.”






Aprendamos de lo que hizo el rey Ezequías:
1. Reconoció el verdadero problema: Su principal problema no era el rey de Asiria, era su desánimo! El desánimo nos ciega y nos debilita hasta el punto de darnos por vencidos… Dado esto el rey Ezequías resolvió este problema porque sabía lo que Dios había puesto en él “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7), luego “Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.” (2 Crónicas 32:5) 
2. Declaró sobre el problema que Dios es mucho más grande!: Muchos de nosotros solemos magnificar el problema en vez de declararle al problema la grandeza de Dios… ¿Pero es que no veo la solución? Recordemos que “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6) “Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.” (2 Crónicas 32:6-8)
3. Clamó a Dios cuando el problema se acrecentó: “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.” (Mateo 13:20-21)... Cuando se agranda el problema solemos confiar en lo que por lo general somos prácticos… grave error… “luego tropieza”!… La mejor solución siempre será “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”, por ello “Después de esto, Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén: Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros, al resistir el sitio en Jerusalén? ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso? ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad. Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres. Mas el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo.” (2 Crónicas 32:9-20) 
4. Esperó y vió el socorro de Dios: ¿Estamos desesperados? ¿Tenemos incertidumbre? “Señor ya hemos clamado y aún no vemos la respuesta! Señor mira que ahí viene el problema!”... El Señor nos recuerda que debemos descansar en Él, reposar en Él, esperar en Él… Así que “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.” (Salmos 46:10-11)...   “Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.” (2 Crónicas 32:21-23)

¿Nos sentimos acorralados y no vemos la salida?
“Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.” (Romanos 10:11)



Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares

Sanidapp / Author & Editor

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