¿Admiramos y respetamos a Dios? (Parte I)

Deuteronomio 10:12-13
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”

A lo largo de la Palabra de Dios podemos encontrar una y otra vez como el Señor nos demanda obedecer sus preceptos y mandamientos por la sencilla razón de que esto nos conviene. (Josué 1:8, Deuteronomio 28:1, Hechos 5:32, Juan 14:23, Santiago 1:25, 1 Pedro 2:21….) Sin embargo, es decisión de nosotros si deseamos caminar este sendero con temor de Dios, dado que muchos anhelan hacerlo pero sus hechos revelan lo contrario. “La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que su iniquidad no será hallada y aborrecida. Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien. Medita maldad sobre su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.” (Salmos 36:1-4). Es necesario entender que el concepto de temor que nosotros conocemos difiere totalmente de lo que es el temor de Dios. Por ejemplo, podemos encontrar varias definiciones en la Palabra de Dios, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.” (Salmos 111:10) adquirir sabiduría, “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” (Eclesiastés 12:13) respeto, “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” (2 Corintios 7:1) santidad, “No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.” (Proverbios 3:7-8) sanidad… Pero el temor de Dios también incluye que nosotros a Dios le respetemos y le admiremos. ¿Por qué deberíamos admirar y respetar a Dios?:
1. Por que es fiel: “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” (Salmos 138:8), “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.” (Romanos 3:3-4), “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.” (Josué 21:45) ¿Será que merece nuestra admiración alguien por ser fiel? ¿Cuanto más consideramos que Dios merece nuestra admiración por ser fiel?
2. Porque es justo: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9), “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” (Lucas 18:7), “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hechos 17:30-31), “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” (Gálatas 6:7) ¿Si merece nuestro respeto la decisión que tomó el rey Salomón en la historia de las 2 mujeres y el niño (1 Reyes 3:16-28), cuanto más merecerá admiración y respeto quien le otorgó sabiduría al rey Salomón (1 Reyes 3:6-10)?

Continuará ...

Dios te bendiga y que tengas un excelente día en Cristo Jesús!

Roldan Ortiz Molinares